Ermita de San Blas

  • Manzanares

Descripción

Ermita de San Blas

La ermita de San Blas en Manzanares conserva su historia gracias a fuentes municipales, patrimoniales y turísticas, que documentan su evolución sin recurrir a hipótesis no verificadas. Es uno de los hitos religiosos más representativos del casco urbano, situado junto al castillo de Pilas Bonas y la plaza que lleva su nombre.

Origen, destrucción y reconstrucción

El templo actual es una reconstrucción de 1847 levantada sobre los restos de la ermita original, demolida por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Su emplazamiento coincide con el área donde surgió el primer núcleo urbano de Manzanares, dentro del antiguo territorio de la Orden de Calatrava, lo que otorga al edificio un fuerte simbolismo histórico.

Tras su reconstrucción decimonónica, la ermita recuperó la función devocional del barrio, utilizando parte del emplazamiento y trazas anteriores como base para restaurar el lugar de culto.

Titular, advocaciones y devoción popular

Desde el siglo XIX quedó dedicada a San Blas, obispo y mártir, convirtiéndose en centro de la cofradía y de las fiestas que llevan su nombre. Actos como las misas, procesiones y bendición de cordones mantienen vivo su papel en la religiosidad local, y los repertorios patrimoniales la destacan como elemento identitario del barrio.

Se considera un edificio emblemático por su continuidad devocional y su función como punto de cohesión social durante las celebraciones anuales.

Arquitectura y características principales

La ermita es una construcción sencilla de una sola nave, con fachada alineada a la plaza y una espadaña modesta, típica de las reconstrucciones rurales del siglo XIX. Su entorno —plaza abierta, castillo de Pilas Bonas y caserío histórico— constituye uno de los rincones paisajísticos más valorados en rutas culturales y turísticas de Manzanares.

Conservación y restauraciones recientes

El Ayuntamiento ha ejecutado diversas intervenciones de conservación, centradas sobre todo en la fachada y elementos exteriores por su exposición y relevancia simbólica. Estas actuaciones han buscado frenar deterioros, consolidar estructuras y mejorar la presencia visual del edificio, contando con la participación y agradecimiento de la hermandad de San Blas.