Carrizosa
Este rincón del norte del Campo de Montiel (Ciudad Real) conserva un encanto muy especial: con más de 1.300 años de historia, Carrizosa se alza junto al río Cañamares, con un trazado urbano irregular que conecta sus zonas alta y baja mediante empinadas callejuelas y escalinatas. Aquí, aún se respira la calma de antaño.
El visitante puede descubrir lugares únicos, como la Iglesia Parroquial de Santa Catalina, con frescos que sorprenden por su belleza, o la Casa de los Comendadores, en plena plaza principal. En cada calle se esconden símbolos de identidad: un Vía Crucis de catorce cruces mantenidas con mimo por los vecinos, la Ermita de la Virgen del Salido epicentro de la devoción local y de la romería más importante del año, o los restos de antiguos molinos junto al río. Naturaleza y cultura conviven también en espacios como las Cuevas de Huelma, el cañón del Cañamares o el Arroyo de los Toriles, donde la cascada se deja ver en años lluviosos. Además, Carrizosa es tierra de aves protegidas, de tradiciones vivas como San Antón, San Isidro o Las Cruces de Mayo, y de una gastronomía que enamora: gachas, pisto, caldereta, queso manchego, aceite y cordero con denominación de origen. Carrizosa es, sin duda, un lugar para descubrir despacio, con los cinco sentidos y con ganas de volver.