Descripción
Ermita Santuario de la Virgen de Peñarroya
La Ermita es un templo barroco del siglo XVIII adosado al Castillo de Peñarroya, dedicado a Nuestra Señora de la Encarnación de Peñarroya, patrona compartida de Argamasilla de Alba y La Solana. Alberga un retablo churrigueresco, pinturas murales y un camarín para la imagen venerada, integrándose en el recinto del castillo junto a una ermita anterior del siglo XIII conocida como “ermita del Despeñadero”.
Leyenda del hallazgo y origen
Según la tradición documentada desde 1198, durante la conquista cristiana del castillo por Alonso Pérez de Sanabria (ayudado por las Órdenes de Santiago y San Juan), un prisionero musulmán reveló la ubicación de una imagen mariana escondida en una bóveda para salvar su vida, hallazgo que se asocia al 8 de septiembre. La imagen original, de estilo bizantino y posiblemente visigoda, se perdió en la Guerra Civil (1936–1939), pero se construyó la ermita del Despeñadero en su honor; el santuario actual data del siglo XVII–XVIII.
Leyendas locales afirman que la imagen se encontraba “encantada” y protegida por sortilegios, lo que explica que Felipe II autorizara en 1604 una búsqueda oficial de un presunto tesoro enterrado asociado a su culto.
Evolución histórica y devoción
En 1215 Enrique I concedió el castillo y sus tierras a la Orden de San Juan, consolidando el enclave como punto estratégico y fiscal en el Alto Guadiana. La Virgen se convirtió en foco devocional compartido: pasa cuatro meses en el santuario, cuatro en Argamasilla y cuatro en La Solana, con romerías en abril y septiembre que atraen a miles de fieles.
Arquitectura y entorno actual
El santuario barroco incluye retablo churrigueresco y crucifijo policromado, en un paraje natural junto al embalse de Peñarroya y cerca del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. El conjunto castillo–santuario es de libre acceso, con restauraciones en 1970 y 2002, y una necrópolis islámica hallada en 2002, promovido hoy como ruta turístico–histórica y natural.