Descripción
Iglesia y Convento de las Madres Clarisas
Origen de la comunidad
¿Cómo surgió en Villarrubia de los Ojos la Comunidad de Religiosas Clarisas de Ntra. Sra. de la Soledad? Trataré de describirlo a grandes rasgos. Allá por 1564 se fundó en Alcázar de San Juan un monasterio franciscano ocupado por religiosas de Sta. Clara, que vivían según su Regla.
Desamortización y abandono forzoso
Con la ley de desamortización de Mendizábal (1836) se cerraron tres conventos de Alcázar: San Francisco, la Trinidad y San José. El de Sta. Clara se respetó hasta 1868, cuando también fue suprimido. El edificio se destinó a cuartel, obligando a las tres únicas monjas a abandonarlo.
La Abadesa y las dos hermanas restantes fueron acogidas por las Carmelitas Descalzas de Malagón, donde continuaron su vida con plena independencia según las Constituciones de Sta. Clara.
La iniciativa de D. Bernardo Jerez
Entre 1882 y 1884, Madre Sacramento, Abadesa del extinguido convento, conoce que en Villarrubia un vecino piadoso, D. Bernardo Jerez Moraleda, estaba construyendo una iglesia dedicada a Ntra. Sra. de la Soledad. Pensó unir a ella su casa y huerto para fundar un nuevo convento y contactó con la Abadesa en Malagón.
La nueva fundación sería posible gracias a la aportación de D. Bernardo y a los recursos económicos de la comunidad extinguida en Alcázar.
En 1884, con apoyo del clero, autoridades y pueblo de Villarrubia, D. Bernardo solicita autorización para fundar un convento de Religiosas de Sta. Clara. La autorización pontificia llega el 17 de julio de 1885, pero con la condición de contar con suficientes religiosas. Madre Sacramento pide ayuda a las Clarisas de Játiva, que envían cuatro hermanas profesas.
Llegada de las religiosas a Villarrubia
Se fija como fecha de traslado el 15 de octubre, festividad de Sta. Teresa de Jesús. Las Clarisas llegan acompañadas por autoridades, clero, D. Bernardo como fundador y el pueblo. Tras la bendición del convento, se entona un solemne Te Deum.
La Guerra Civil y la exclaustración
El 18 de julio de 1936 estalla la Guerra Civil. Las monjas se ven obligadas a abandonar el convento por seguridad y se refugian en casas de familiares y amigos, donde son tratadas con cariño y respeto incluso por los milicianos.
M. Sacramento (Paquita) era muy querida en el pueblo, lo que facilitó la protección de la comunidad durante toda la contienda.
El 1 de abril de 1939 las tropas franquistas entran en Villarrubia y las banderas blancas ondean en señal de paz. El convento, destrozado, es restaurado y el 15 de enero de 1940 se bendice y se restablece la clausura.
Reconstrucción de 1978–1979
En 1978, cerca del centenario de la fundación en Villarrubia pero no de la comunidad original de 1564, se decide construir un nuevo convento en el huerto, pues el antiguo estaba en ruinas y no admitía reparación.
La obra se lleva a cabo “con la providencia de Dios”, según cuenta la crónica, y el 24 de noviembre de 1979 se inaugura y bendice el nuevo convento.
Sor Clara Simancas.