Descripción
Santuario de la Virgen de las Cruces
Origen y devoción
El Santuario de la Virgen de las Cruces en Daimiel es un templo dedicado a la patrona local, cuya imagen gótica del siglo XIV, tallada en alabastro, representa a la Virgen de pie con el Niño. Tras su destrucción en la Guerra Civil, la talla fue reconstruida conservando únicamente las cabezas originales. Declarado Monumento Histórico-Artístico en 1982, se sitúa a 12 km del casco urbano y conserva una ermita del siglo XV, reformada en el XVIII con estilo barroco y nave única con bóveda de cañón.
Leyenda de la aparición
Según las Relaciones Topográficas de 1575, un joven llamado Juan, de Moral de Calatrava, vio cómo su mula volcaba trigo y agua camino del molino. Al invocar a la Virgen, esta se le apareció, moldeó el trigo milagrosamente y le pidió construir un templo en aquel lugar. La tradición señala un origen en el siglo XIV y un posible asentamiento sobre una antigua torre romana.
Evolución arquitectónica
La ermita primitiva del siglo XV se transformó profundamente en el XVIII, añadiéndose cúpula y frontal barroco y conservándose un arco de herradura del edificio original. El santuario actual ocupa el punto exacto de la aparición, con un camarín en el lugar donde, según la tradición, se manifestó la Virgen. La talla fue coronada canónicamente en 1987, destacando su policromía verde oscura y detalles dorados.
Fiestas y tradición viva
La Virgen es patrona oficial de Daimiel y protagoniza dos traslados anuales, durante la Ascensión y las Ferias de septiembre. Las romerías incluyen el emblemático “al cielo”, procesiones, ofrendas y celebraciones populares. En épocas de sequía, como entre 1750 y 1760, se empleaba en rogativas vestida de morado. Hoy es un enclave fundamental del turismo devocional del municipio.