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Historia

Argamasilla de Alba

En el corazón de La Mancha, rodeada de llanuras y muy cerca de las Lagunas de Ruidera, se encuentra Argamasilla de Alba, un lugar donde historia y literatura se dan la mano. Aunque hubo dos intentos previos de asentamiento, no fue hasta entre 1531 y 1535 cuando se fundó el núcleo actual, bajo el impulso del prior Don Diego de Toledo, de la Orden de San Juan y la Casa de Alba. El pueblo recibió el nombre de Argamasilla de Alba, quedando bajo la jurisdicción de la bailía de Alcázar, y en 1612 obtuvo oficialmente el título de villa de manos de Felipe III.

 
Imagen del interior de la cueva de Medrano en el municipio de Argamasilla de Alba
 

Pero si por algo es conocida esta villa es por su vínculo con Miguel de Cervantes. Según la tradición, fue aquí donde el autor estuvo preso y comenzó a escribir Don Quijote de la Mancha. La Casa de Medrano, con su emblemática Cueva de Medrano, conserva ese legado y puede visitarse como museo. Junto a ella, la iglesia de San Juan Bautista, construida a partir del siglo XVI, y otros edificios históricos, enriquecen el recorrido por esta localidad cargada de simbolismo literario. Además, Argamasilla de Alba se asienta junto al río Guadiana y muy cerca del embalse de Peñarroya, lo que suma al encanto cultural una dimensión natural que cautiva a los amantes del paisaje manchego. Si buscas historia, literatura y naturaleza en un solo destino, este pueblo tiene mucho que contar... y aún más que mostrar.