Puerto Lápice
Si alguna vez has imaginado caminar por los escenarios del Quijote, Puerto Lápice es ese lugar donde la literatura cobra vida. Situado entre la Sierra Calderina y los Montes de Toledo, este encantador municipio debe su nombre al puerto natural que conecta el centro y el sur peninsular, y al histórico conjunto de ventas que ofrecían descanso a viajeros desde hace siglos. No en vano, Cervantes lo menciona en su obra inmortal: "...que no era posible dejar de hallarse mucha y diversas aventuras, por ser lugar muy pasajero..."
Hoy, Puerto Lápice conserva ese espíritu acogedor y aventurero. Su Plaza Mayor, de soportales de madera pintados de almagre, evoca la escena de un corral de comedias y está decorada con bancos cerámicos que ilustran pasajes del Quijote. Aquí se encuentran joyas como la Venta del Quijote, convertida en museo y restaurante, donde cada rincón nos transporta al Siglo de Oro.
La localidad invita a descubrir su Iglesia Parroquial del siglo XVIII, a subir a los molinos restaurados en la Sierrecilla que dominan el horizonte manchego, y a recorrer el tramo de la Ruta de Don Quijote que atraviesa sus calles. Todo está pensado para hacerte sentir parte de la historia, de la leyenda y del paisaje.
Además, Puerto Lápice es un lugar perfecto para saborear la cocina tradicional manchega, en ventas reconvertidas en restaurantes que conservan la arquitectura y hospitalidad de antaño. Gracias a su excelente conexión por la A-4 y la N-420, se convierte en una parada obligada para quienes desean vivir la auténtica esencia de La Mancha.